Un total de 22 adolescentes, de entre 12 y 15 años fueron asistidos por equipos médicos, primero en la institución educativa y luego en el hospital de Buena Esperanza.
Las atenciones estuvieron a cargo de profesionales de medicina general, pediatría y psicología, quienes abordaron los casos desde una perspectiva integral, contemplando tanto el estado físico como emocional de los estudiantes, informó esta tarde ANSL.
Los síntomas que fueron reportados incluían dolor de cabeza, hormigueo en manos y pies, angustia, llanto, dolor estomacal y dificultad respiratoria. Desde el ministerio de Salud se comunicó esta tarde que todos los alumnos se encuentran clínicamente estables, y que algunos de ellos permanecen en observación, con acompañamiento psicológico.
Según transmitieron fuentes del establecimiento, los primeros estudiantes que manifestaron síntomas, fue una hora y media antes de recibir el desayuno proporcionado por la escuela.
Durante la tarde, equipos de Epidemiología y Auditoría Sanitaria se presentaron en el edificio para realizar un relevamiento exhaustivo.
Se tomaron muestras ambientales, de agua y alimentos, además de análisis bioquímicos para determinar las posibles causas de lo sucedido.
En las últimas horas, los análisis de monóxido de carbono y otros gases arrojaron resultados negativos, por lo que se descarta que la causa esté vinculada a una intoxicación por gas o por el consumo de alimentos.
La investigación sigue en curso y se esperan nuevos resultados que permitan esclarecer lo sucedido.
Por su parte, el ministerio de Salud continúa con el seguimiento activo del caso en coordinación con la dirección del colegio y con el acompañamiento del ministerio de Educación, priorizando el bienestar de los estudiantes y la contención de sus familias, dijeron oficialmente.