Si bien las averiguaciones no concluyeron porque están pendientes más medidas de prueba, según la última información que aportó el Ministerio Público Fiscal, se sabe que la persona que manejaba una organización narcocrimal en Villa Mercedes fue detenida el miércoles en un allanamiento en su vivienda.
También quedó establecido que su estructura tenía conexiones con otra que desarrolló una red de comercialización en Merlo y otras localidades como Carpintería y Santa Rosa del Conlara. Juan Carlos Insúa y Raúl Ramayo eran quienes proveían al líder villamercedino. Son señalados de realizar actividades relativas a la adquisición, transporte, distribución y venta de clorhidrato de cocaína, en distintos puntos del país. Desde el 14 de julio de 2024 estos dos están en el Servicio Penitenciario Provincial con prisión preventiva.
Los procedimientos que se hicieron en Villa Mercedes este miércoles.
Con los tres principales organizadores ahora tras las rejas, la Justicia Federal sostiene que las bandas, con funcionamiento y estructuras propias, introdujeron el narcótico en San Luis y después lo instalaron en Villa Mercedes, fueron desarticuladas. Hay más de una treintena de involucrados en una operatoria delictiva desarrollada al menos durante seis meses ininterrumpidos (que es el tiempo en el que fueron seguidos).
En calidad de organizadores les cabe el delito de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en la modalidad de comercialización agravada por haber intervenido en los hechos tres o más personas.
Pudo establecerse cuál fue la ruta de la droga, y el modus operandi, cómo se funcionaron para comercializar la cocaína, los proveedores y los movimientos de dinero. También la estructura jerárquica, los roles de cada uno y las relaciones.
El juez Federal Juan Carlos Nacul resolverá en los próximos siete días si les dicta la prisión preventiva a los nueve integrantes de la banda que fue desbaratada en la ciudad villamercedina. Son cinco hombres y cuatro mujeres.
Los nueve detenidos que trabajaban en Villa Mercedes, están en la cárcel.
Aunque hay datos que no pudieron ser develados oficialmente porque hay responsables que todavía no han sido identificados, El Chorrillero pudo averiguar quiénes son las personas que están detrás: un “clan familiar”, es decir, entre ellos hay relación sanguínea y de pareja (son cónyugues).
Se desprende que del cargamento total que ingresaba a la provincia por la villa turística, la mayor cantidad tenía como destino Villa Mercedes: entre 4 y 6 kilos semanales.
Uno de los que ahora está en la cárcel tenía contacto directo con los proveedores peruanos (que posiblemente la ingresaron al país desde Bolivia), y a quienes les adquiría el estupefaciente en el área Metropolitana de Buenos Aires, con una frecuencia semanal.
Desde allí coordinaba el traslado a la Villa de Merlo (muchas veces lo hacía él mismo). Aunque habría otras personas que intervinieron para hacer esa tarea. Allá, la semana pasada, dos hombres fueron detenidos y este lunes serán indagados.
Finalmente, desde Los Comechingones, la droga era entregada al responsable en Villa Mercedes.
Cuando la recibía la distribuía entre los revendedores (muchos ya fueron detenidos).
Tenían el control territorial sobre los barrios Eva Perón I y II.
Dos de los detenidos cuando fueron a ser indagados en la Justicia Federal.
Hubo más de 30 allanamientos en Villa Mercedes, en la zona de Merlo, y en Buenos Aires.
Una de las propiedades allanadas.
Otro domicilio allanado.