Crece lentamente el conflicto dentro de la fuerza policial. Hace varios meses que están disconformes con el manejo que realiza el ministro, Luciano Anastasi. Ahora, después de la represión policial a jóvenes, llegó el castigo, los pases a disponibilidad y el desplazamiento de jefes en la Unidad I.
A 48 horas del bochornoso accionar policial en Plaza Pringles, donde se actuó en extrema violencia ante artistas que se encontraban allí participando de un evento de música y baile; desde la Jefatura Central de Policía se emitió un comunicado que informa sobre el pase a disponibilidad de 23 efectivos.
La medida alcanza a 6 oficiales y 17 suboficiales, que prestaban servicio en la Unidad Regional de Orden Público Uno y la Dirección General de Operaciones.
Así lo dispuso el jefe de Policía de la provincia de San Luis, Comisario General José Darío Neira, a través de la Dirección General de Asuntos Internos.
“La medida fue adoptada a los efectos de atribuir y/o deslindar responsabilidades por la conducta desempeñada durante la intervención desarrollada el pasado domingo por la tarde en Plaza Pringles de la ciudad de San Luis, donde fueron detenidas nueve personas que participaban de un festival cultural”, reza el comunicado.
Una reunión con reproches y acusaciones cruzadas
Las decisiones se tomaron a media mañana de este martes en la jefatura Central y no fue en buenos términos. Sucede que el malestar hacia la gestión del actual ministro de Seguridad, Luciano Anastasi, crece día a día. Se deja entrever en conversaciones y redes sociales que desde el seno de la fuerza policial se le ha quitado el apoyo.