A fuerza de censura y represalias los actuales gobiernos nacional y de San Luis se imponen para silenciar lo que NO LES GUSTA, para silenciar lo que les MOLESTA.

EL PENSAMIENTO ÚNICO ES UNA OBSESIÓN DEL KIRCHNERISMO NACIONAL Y PROVINCIAL.

Los casos de Viviana Canosa en la señal A24, canal del grupo Vila-Manzano amigo de Sergio Massa, y de Vanesa Escudero en Canal 13 de San Luis patentizan que quienes gobiernan no tienen escrúpulos para usar con fuerza los resortes del poder y del Estado para acallar a periodistas y manejar la línea editorial de los medios de comunicación.

A Viviana Canosa le prohibieron emitir en su programa un informe crítico sobre el flamante ministro de Economía. El informe contenía un video de los insultos a Massa en su visita a Santa Fe.

La periodista alegó “diferencias con el canal en cuanto a la noción de libertad de expresión”.

Por esa razón Canosa decidió no salir al aire anoche y renunció.

En San Luis, Canal 13 sacó del aire a Vanesa Escudero, la emisora estatal en la que se desempeña desde hace 13 años. En forma simultánea la secretaría de Comunicaciones le retiró la pauta publicitaria de la radio de su propiedad. El motivo: El Gobierno de Rodríguez Saá no toleró que esta radio le abra los micrófonos a voces disidentes o que se hable de temas que le incomodan.

Escudero denunció públicamente los aprietes que recibió de un funcionario, al que identificó con nombre y apellido. Como las presiones no surtieron efecto la marginaron. Hasta hoy no ha sido notificada formalmente de las medidas y tampoco recibió explicaciones.

Escudero denunció violencia económica, institucional y de género.

Dos periodistas mujeres viven en carne propia las consecuencias de la intolerancia en el segundo ciclo kirchnerista.

La historia reciente de los Kirchner en el poder en Santa Cruz y en la Nación y de Rodríguez Saá en San Luis registra una extensa lista de atropellos contra la libertad de expresión y de prensa.

Como se les escapa la realidad de la mano, abusan del poder para censurar y castigar.

EL KIRCHNERIMO NO QUIERE ESCUCHAR QUE LE DIGAN LA VERDAD.