Mientras una familia necesita ganar 100 mil pesos por mes para no ser pobre, el Gobernador gasta 260 mil pesos por día en gastos reservados. Sí, por día. Son fondos por los que no rinde cuentas, además de su sueldo como Gobernador.
La cuenta es tan desproporcionada que invita a hacer algunos cálculos. El Gobernador Rodríguez Saá se mete a su bolsillo cada 24 horas más de un cuarto de millón de pesos.
Es así de obsceno: Casi 8 millones de pesos por mes sólo en gastos reservados cuyo destino nadie conoce, además de su sueldo como primer mandatario.
En cambio, se conoce quien es el responsable de firmar ese ingreso a la billetera de Alberto padre: su hijo Alberto, quien está a cargo de la secretaría General de la Gobernación. El firma los llamados “servicios no personales” que ingresan al bolsillo de su padre.
Rodríguez Saá está tan empalagado de dinero como su Gobierno, que despilfarra 2,3 millones de pesos por día en publicidad: va a gastar más de 860 millones durante este año.
Son cifras muy dolorosas para toda la sociedad, y en especial para sectores como la comunidad educativa que reclama infraestructura para los alumnos, en escuelas con edificios deteriorados y sin calefacción.
Esa realidad se traduce en el escaso monto que presupuesto el gobernador para obras escolares: a razón de sólo 2.800 pesos por alumnos para todo el año.
Toda una síntesis de cuáles son las prioridades del Gobierno de Rodríguez Saá.