En una mañana llena de emoción, los vecinos del barrio Unión en Villa Mercedes junto al gobernador Claudio Poggi, abrieron oficialmente las puertas de sus viviendas que esperaron por casi 15 años.

En algunos casos la esperanza se había perdido, en otros seguía la confianza de que algún día iban a tener su techo propio.

Se trata de la primera entrega de la terminalidad de los planes Progreso y Sueños, que fueron 400 viviendas en la ciudad. Otras 360 casas se entregarán el 20 de diciembre.

Una de las protagonistas, Ayelén Carrizo que vivirá junto a su esposo Herman Erich y su hijo Erra de 5 años, expresó su alegría por tener su casa luego de una larga espera.

“Hace mucho tiempo la veníamos esperando con mi papá, él falleció hace dos años así que hoy es un sueño cumplido para mí y para él desde el cielo, porque sé que nos acompaña”, relató con la voz quebradiza de la emoción.

Ayelén Carrizo fue una de las protagonistas que recibió la llave de su casa propia. (Foto Nahuel Sanchez)

Insistió que es un día de muchas emociones: “Estamos muy felices de poder recibir la casa, de por fin dejar de pagar alquiler y darle a nuestro hijo este futuro”.

Contó que su papá había perdido las esperanzas, pagó las primeras cuotas, se enfermó de su primer cáncer, lo superó y continuaron pagando: “Había otro gobernador, y eso nunca se dio”, dijo.

Añadió que en ese tiempo su padre se iba comprando pequeñas cosas para la casa y las iba guardando: “Llegó el día que lamentablemente él no está más. Se quedó con este deseo de tener su casa y de dejarnos esto a nosotros y a sus nietos, sobre todo porque era su amor”.

Su pequeño de 5 años dice que es la casita que su abuelo le regaló.

Erra Erich de 5 años. (Foto Nahuel Sanchez)

“Alquilamos en frente, así que queremos mudarnos esta tarde”, cerró.

Después de 14 años, Aurora Poblete de 69 años cree que “valió la pena” esperar y ahora está feliz con sus hijos y nietos.

Contó que en estos años pasó por dificultades de salud pero tenía mucha de fe que este día iba a llegar: “Estoy agradecida con el gobernador Poggi”.

Aurora Poblete comenzó la mudanza luego de recibir la llave de su vivienda. (Foto Nahuel Sanchez)

Ella también alquilaba. “Estoy esperando que el fletero venga a cargar y ya esta noche nos quedamos acá”, aseguró.

Otra de las protagonistas es Silvia Gil, que además de celebrar la entrega de su vivienda también estaba de festejo por el cumpleaños Nº 6 de su nieta que vino a visitarla desde Merlo. Pagó 70 cuotas y aguardó la casa por 11 años.

Silvia Gil aseguró que nunca perdió la esperanza de tener su casa propia. (Foto Nahuel Sanchez)

“Siempre la esperé, sabía que iba a llegar en algún momento, nunca perdí las esperanzas, estamos muy contentos”, señaló.

La alegría también llegó para Ricardo Lucero que vivirá junto a su esposa y su hijo bajo el techo propio.

“La verdad que fueron tantos años de espera y bueno, ahora vamos a empezar a disfrutar. La verdad es que todo llega, gracias a Dios todo”, transmitió.

Cuando le avisaron que iba a tener su casa sintió muchas sensaciones: “Estamos muy contentos y emocionados, nos vamos a mudar pronto, ya estamos preparando todo”.

Ricardo Lucero vivirá junto a su esposa e hijo. (Foto Nahuel Sanchez)

También señaló que la plata que gastan en alquilar la usarán para invertir en la nueva propiedad.

El día nublado y lluvioso no apagó la alegría de las familias que iniciaron una nueva vida. Es el caso de Elizabeth Susana Pereira, que vivirá con su nieto de 19 años, quien “ya eligió la pieza y pidió su llave”.

“No te imaginás lo que es la sensación, se te encrespa el cuerpo de solamente pensar que ya estás adentro de tu casa, después de tantos años esperando”, indicó.

Elizabeth Susana Pereira. (Foto Nahuel Sanchez)

Contó que en el Gobierno anterior le propusieron darle el dinero que había pagado hasta ese momento pero que ella no quiso: “Esperé, he andado en marchas y hoy ya estoy acá en casa”.

Una de las nuevas viviendas que se destacó por los globos, carteles y hasta papelitos de colores, fue la de Liliana Correa que sufre de una enfermedad muscular que le produjo una discapacidad visual.

Ella vivirá junto a su hijo Gonzalo de 16 años: “Estoy muy emocionada, esperé 14 años y gracias a Poggi tenemos la vivienda, es un sueño cumplido por él”.

Liliana relató que trabajó 24 años en la empresa Alpargatas y actualmente cobra una jubilación por su discapacidad. Expresó su emoción de saber que ahora le dejará a su hijo un lugar seguro para cuando ella ya no esté.

Liliana Correa. (Foto Nahuel Sanchez)