Debieron pasar 96 largas horas para que recién el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá se manifestara respecto a la brutal agresión que recibieron jóvenes artistas que se participaban de un evento musical en Plaza Pringles. Un reflejo del desinterés de un Gobernador alejado de la realidad.
Nueve jóvenes fueron detenidos y de esa cifra la mayoría sufrió golpes y violencia ante la mirada de sus compañeros. La escalada de violencia tuvo un repudio que no solo fue local, sino también nacional e internacional.
Artistas de renombre reprobaron el accionar policial y acusaron apuntaron directamente al ministro de Seguridad, Luciano Anastasi y al gobierno en general por lo sucedido.
Recién, cuatro días después, Alberto Rodríguez Saá apareció en un video intentando mostrarse cercano a los artistas y explicando las decisiones que debió tomar, entre ellas las sanciones y apartamientos de los 23 efectivos policiales involucrados.
En sus palabras, argumentó que cuando ocurrían los hechos estaba en Buenos Aires en una charla, pero se enteró momentos después. “El arte callejero no es un delito”, dijo el Primer Mandatario.
Su voz, llega con delay. Tarde.