¿Justicia o lealtad partidaria?

Los supuestos dichos del juez del Superior Tribunal, Guillermo L´Huillier , no dejan lugar a dudas: para algunos magistrados en San Luis, la lealtad política está por encima de la independencia judicial. “El Alberto nos puso acá para bancar los trapos, no para salir corriendo a la primera de cambio”, habría dicho L´Huillier tras la renuncia de su colega Cecilia Chada, en alusión a su decisión de dejar el cargo por motivos jubilatorios.

Pero lo más grave vino después: “Yo soy soldado del Alberto y lo voy a bancar acá en el Superior Tribunal”. La frase es una confesión, brutal y peligrosa, de cómo parte del Poder Judicial fue cooptado por el poder político durante años. No se habla de justicia, ni de imparcialidad, ni del deber institucional. Se habla de obediencia, de fidelidad personal, de “bancar los trapos”.

En cualquier república seria, estas declaraciones serían motivo de escándalo institucional y reclamo social. Pero en San Luis, donde el sistema se acostumbró al silencio, hay jueces que todavía creen que su cargo les fue otorgado por un patrón, no por la Constitución.

La renuncia de Chada abre una oportunidad para oxigenar el Tribunal. Las palabras de Lúiller, en cambio, recuerdan por qué es urgente separar a la justicia del poder político, si es que alguna vez se quiere vivir en un Estado de Derecho verdadero.